QUERIDA señora, espero que las hadas permitan
dejar a un lado por un instante
los astutos trucos y juegos de duendecillos
en esta feliz fecha navideña.
DESDE hace mucho tiempo
hemos oído decir a los niños
--niños amables, a los que queremos--
que un mensaje viene del cielo en el día de Navidad.
CUANDO la Navidad regresa
los niños recuerdan de nuevo
su gozoso sonido:
«¡Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!»
SIN embargo, los corazones deben parecerse a los niños
donde los invitados celestiales
aguardan con su alegría.
¡Todo el año es Navidad!
ASI pues, querida señora, por un momento
olvida tus trucos y juegos.
Te deseamos ansiosamente
Feliz Navidad y próspero Año Nuevo.
LEWIS CARROLL