Juan Sebastian Bach
1685-1757
Uno de los compositores en la historia con mayor profundidad y maestría, Juan Sebastian Bach nació en Eisenach, Thuringia, Alemania, en una familia de músicos. Su padre, Johann Ambrosius Bach, fue un talentoso violinista, y le enseño a su hijo los conocimientos básicos de como tocar las cuerdas; otra relación, la del organista en la iglesia más importante de Eisenach, introdujo al joven muchacho en el uso del órgano.
En 1695, Juan Sebastian quedó huérfano; el se fue a vivir con su hermano mayor, Johann Christoph, en Ohrdruf. Johann Christoph era un organista profesional, y continuó la educación de su hermano en ese instrumento, así como en el clavicordio. Después de varios años en este acuerdo, Juan Sebastian ganó una beca para estudiar en Luneberg, Alemania del Norte, y por lo tanto dejó la tutela de su hermano.
Un maestro de varios instrumentos todavía estando en su adolescencia, Juan Sebastian encontró su primer empleo a la edad de 18 años en una orquesta de la corte en Weimar como un «lacayo y violinista»; poco después, tomó el trabajo de organista en una iglesia en Arnstadt. Aquí, así como en puestos posteriores, sus tendencias perfeccionistas y grandes expectativas de los otros músicos – por ejemplo, el coro de la iglesia – molestó a sus colegas de mala forma, y se vió envuelto en una gran cantidad de agrias disputas durante su corta tenencia. En 1707, a la edad de 22, Bach llega al límite con los horribles estándares musicales (y las condiciones de trabajo) de Arnstadt y se traslada a otro trabajo de organista, esta vez a la Iglesia de St. Blasius en Muhlhausen. El mismo año, se casó con su prima María Bárbara Bach.
De nuevo, envuelto en un conflicto en desarrollo entre facciones de su iglesia, Bach viajó a Weimar después de un año en Muhlhausen. En Weimar, asumió el puesto de organista y maestro de conciertos de la capilla ducal. Se mantuvo en Weimar por nueve años, y ahí compuso su primera serie de trabajos mayores, incluyendo piezas de órgano y cantatas.
En ese momento de su vida, Bach había desarrollado una reputación como un talento musical brillante, aunque de alguna forma inflexible. Su habilidad en el órgano no tenia paralelo en Europa – de hecho, hacía giras regularmente como un solista virtuoso – y su creciente maestría de las formas de composición, como la fuga y el canon, ya estaban atrayendo el interés de parte del conglomerado musical – el cual, en esos días, era la iglesia Luterana. Pero, como muchos otros individuos de talento poco común, nunca fue muy bueno en el juego político, y por lo tanto sufrió retrasos periódicos en su carrera. Fue promovido para una posición importante – la de Kapellmeister de Weimar – en 1716; parcialmente en reacción a esta situación política, al año siguiente abandonó Weimar para tomar un trabajo como director del atrio en Anhalt-Cothen. Allí, redujo su producción de cantatas de iglesia, y se concentró en música instrumental – el período Cothen produjo, entre otras obras maestras, Los Conciertos de Brandenburgo.
Mientras estaba en Cothen murió su esposa María Bárbara. Bach se casó de nuevo muy poco después – con Anna Magdalena – y continuó con su trabajo. También continuó con el departamento de la crianza de niños, produciendo 13 con su nueva esposa – seis de los cuales sobrevivieron la niñez – hay que agregar a esto los cuatro niños que tuvo con su primer esposa. Muchos de estos niños se convertirían posteriormente en excelentes compositores de propio derecho – particularmente tres hijos, Wilhelm Friedmann, Carl Philipp Emanuel y Johann Christian.
Después de dirigir y componer por siete años para la orquesta del atrio en Cothen, se le ofreció a Bach el altamente prestigioso puesto de cantor (director musical) de la iglesia de Santo Tomás en Leipzig – despues de ser rechazado el puesto por otros dos compositores. El trabajo era uno muy demandante, tenía que componer cantatas para las iglesias de Santo Tomás y San Nicolás, dirigir los coros, supervisar las actividades musicales de muchas iglesias municipales y enseñar latín en la escuela del coro de Santo Tomás. Por lo tanto, debía llevarse bien con las autoridades de la iglesia de Leipzig, las cuales demostraron ser muy duras. Pero el persistió, puliendo los componentes musicales de los servicios de la iglesia en Leipzig y continuando con la composición de música de clase variada con un nivel de destreza y profundidad emocional únicos.
Bach se mantuvo en su puesto en Leipzig hasta su muerte en 1750. Él estuvo activo hasta el final, aún después que problemas de cataratas lo dejaran virtualmente ciego. Su última composición musical, un preludio coral titulado «Ante Tu Trono, Mi Señor, Yo Me Mantengo», fue dictada a su yerno solo unos pocos días antes de su muerte.
Bach fue uno de esos raros compositores cuyo genio no se puede sumarizar, aún aproximádamente, de ninguna forma conocida. El fue el maestro supremo del contrapunto, fuga, composición musical, melodia, composición de cámara, repertorios para instrumento solo… la lista no tiene fin. Sus pasiones son sin duda alguna las más grandes composiciones jamás creadas para un grupo coral y orquesta. Sus trabajos en solo (para violín, y violoncelo) son de tal belleza y perfección de forma que sus secretos nunca han sido divulgados totalmente, ni siquiera por virtuosos en esos instrumentos. Sus composiciones para el teclado – las Variacines de Goldberg y El Well-Tempered Clavier, entre otras – revelan una insuperada habilidad para combinar estructuras musicales intrincadas con fuerza espiritual pura; de hecho, la mayoria de los músicos de primera apuntan hacia la maestría de estas piezas como su meta última.
Bach fue el más grande maestro del Barroco, y probablemente de toda la música clásica. Cualquier estudiante de música debe comenzar – y terminar – una investigación de las glorias de la música clásica con él.
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