Atenas – Turrubares
Nota: Esta descripción es -sin pretenderlo- nostálgica despedida a una ruta que desapareció, o al menos fue radicalmente modificada con la carretera San José-Caldera (Ruta 27) que pasa por muchos de los sectores mencionados.
Salimos del parque central de Atenas (km 0; 696 msnm) con rumbo suroeste, calle asfaltada que pasa frente a las instalaciones de la Cruz Roja, atraviesa un bonito barrio lleno de casas tipo quinta ubicadas en un sector relativamente plano, en el km 2 hay un pequeño ascenso que termina en el punto más alto de la ruta (km 3; 805 msnm), en este lugar se acaba el asfalto, y encontramos un cruce con dos calles de lastre, aquí se vira a la derecha, lo que permite apreciar inmediatamente un hermoso panorama de Atenas y lugares aledaños.
A partir de este punto nos acompañan a la vera del camino diferentes rótulos informativos sobre la Zona Protectora de los Cerros de Atenas hacen alusión a evitar quemas, no contaminar quebradas, nombres, etc. El camino ya de lastre está en buenas condiciones, se ve que a menudo lo raspan, mientras tanto el paisaje que predomina es de lomas deforestadas y potreros ganaderos, a la derecha se observa también un ángulo poco frecuente del sector llamado Alto Luna, fila montañosa que separa esta ruta de la que baja por el Aguacate.
Luego de una quebrada llegamos a un balcón (km 5; 710 msnm) desde donde se aprecia por primera vez un amplio paisaje del cañón del Tárcoles, los sectores de Balsa y Cordel, así como los cerros donde se ubican Puriscal, Grifo Alto y otros poblados ubicados sobre la ruta normal hacia Turrubares, comienza un descenso no muy pronunciado entre lomas ganaderas, donde destacan gran cantidad de árboles de mango, ceibo, guanacaste, guarumo, madero negro, roble sabana y cortés amarillo entre otros.
El primer poblado por el que pasa la ruta es Guácimos (km 6; 700 msnm), donde hay un descenso fuerte, por una pendiente que fue asfaltada hace algún tiempo, característica de casi todas las cuestas del sector que se revistieron con asfalto o concreto, lo cual permite circular tranquilamente; luego de este fuerte descenso llegamos a otro balcón desde donde se aprecian al frente los cerros de Turrubares, a lo lejos la Reserva Biológica de Carara y el litoral pacífico; el camino mientras tanto sigue lastreado en buen estado y bordeando fincas ganaderas, en una de las cuales (km 9) está el cruce que lleva hacia el poblado Mangos.
Serpenteando entre lomas, quebradas con cobertura boscosa, un par de ascensos ligeros y otro descenso fuerte (en calle de concreto) se llega al caserío Gambas, (km 12), después del cual existe otra fuerte pendiente con muchas casas al mejor estilo campesino y a ambos lados de la vía, poco antes de llegar a Escobal nos encontramos por primera vez con la vía del ferrocarril bien habilitada, por lo que no es extraño oír pitar el tren y con algo de suerte detenerse al verlo y hacer reminiscencia de tiempos idos.
En Escobal (km 14; 376 msnm) aparecen a orillas de la calle y la línea (pues no hay un centro definido): plaza, gimnasio, escuela, iglesia, delegación policial, soda, abastecedor, e imponente como monumento al pasado, una antigua construcción de 2 pisos sobre el andén que otrora sirvió como la estación ferroviaria más importante de la zona, era parada obligatoria del ferrocarril hacia Puntarenas. En lo particular un lugar cargado de emoción, pues recuerdo las anécdotas que contaba mi madre, quien vivió su infancia aquí pues mi abuelo era telegrafista y jefe de estación durante varios años de la década de 1930, cuando el ferrocarril fue por excelencia símbolo indiscutible del progreso.
Seguimos en ruta y cruzamos la línea, para continuar descendiendo paralelos a ella, hasta llegar a la estación Quebradas (km 17; 342 msnm) que era el punto donde cargaban el ganado que iba rumbo al valle central, aún se conservan los corrales de piedra junto al andén; también era frecuente ver aquí vehículos en los cuales la gente de Turrubares recogía los familiares que llegaban en tren; en Quebradas viramos hacia la izquierda por una calle que desciende junto a un cauce, este sector de la vía está en buen estado, porque lleva hacia la base de operaciones para la construcción del gran puente sobre Quebrada Concepción, en el sitio desde donde se observa la maquinaria viramos a la izquierda siempre descendiendo, por un tramo de aproximadamente 1 km que es el único tramo que está en mal estado, y hace que esta ruta no sea recomendable para vehículos bajos.
Al terminar el descenso en un camino flanqueado por grandes rocas se llega al puente sobre el río Tárcoles (km 18; 165 msnm) punto más bajo de la ruta, en este sitio destacan: un hermoso cañón de piedra negra, el agua espumosa de color oscuro con evidentes signos de contaminación y el puente de hamaca de metal y tablones en buen estado que ostenta en letra grabada sobre el concreto la inscripción Administración Ricardo Jiménez; al cruzarlo ingresamos a la provincia de San José, e inicia el ascenso por empinada cuesta, que está en buenas condiciones. Casi al llegar a la parte alta del trepón hay un punto desde donde se aprecia la construcción del puente, vale la pena detenerse para ver el sector donde la nueva pista irá hacia Orotina.
El ascenso termina en Monterrey de Turrubares (km 21; 330 msnm), lugar con fincas de frutales, el panorama cambia, hay más desarrollo, las casas bien construidas, y en general las fincas con cercas y ornamentales en sus linderos, la vía (de lastre) es ancha y con piedrilla, por lo que se puede circular más rápido, condición que se mantiene hasta llegar al Colegio Técnico de Turrubares (km 23) donde aparece de nuevo el asfalto, se pasa junto al plantel regional del MOPT, el gimnasio, y finalmente el centro de San Pablo de Turrubares (km 24; 373 msnm) donde un cuadrante muy bien definido con plaza, escuela e iglesia anuncia el final de esta ruta.
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