Ruta Cañas (Guanacaste) – La Fortuna (San Carlos)
La sección Cañas – La Fortuna, es quizás la ruta más corta y práctica para pasar de Guanacaste a la zona Norte. Podría ser también una excelente ruta alterna (cuando hay problemas serios en Cambronero y Caldera), para transitar desde Guanacaste hasta el Valle Central saliendo por San Ramón, el trayecto está en muy buen estado y es acompañado de una belleza escénica maravillosa.
Partimos al costado sur sur parque de Cañas (km 0) donde diferentes señales de tránsito indican claramente el camino a seguir para llegar a Tilarán y Arenal, hacia el este tomamos una de las avenidas de la ciudad de Cañas la cual no está en muy buen estado, por lo que da la impresión de no ir en ruta, pero luego de unas diez cuadras se llega a una calle pavimentada y con adecuada demarcación, virando a la izquierda quedaremos en la vía correcta.
Luego de cuatro kilómetros de recorrido aparece como buen indicador la torre de oscilación del proyecto hidroeléctrico Corobicí, dicha torre es una gran columna de metal pintada en característicos colores blanco y rojo, esta estructura es un inmenso tanque que sirve para amortiguar la presión ejercida por el agua al llegar al sector de las turbinas; pasaremos junto a ella en el km 8, poco antes de ver los portones del P.H. Corobicí.
En el kilómetro 10 estaremos en la parte alta del camino, caracterizada por lomas y ondulaciones no muy pronunciadas, aquí encontramos un detalle que nos acompañará en buena parte de la ruta: el fuerte viento típico de la región, el cual, además de movernos constantemente el vehículo, da forma al paisaje, pues los árboles presentan en sus ramas deformaciones originadas por la constante presión del aire, además es posible apreciar las hileras de «molinos» en los que varios proyectos de generación eléctrica utilizan el viento (energía eólica) como fuente de poder.
Llegamos al poblado de Los Angeles (km 13), desde donde se aprecia a la izquierda el Volcán Tenorio, luego de este poblado la calle inicia un fuerte descenso, buscando el cañón donde se encuentra ubicado el proyecto hidroeléctrico Arenal, punto inconfundible, porque a la derecha del camino aparece otra torre de oscilación, sólo que en esta ocasión pasamos un poco más cerca de ella (km 18) lo cual la hace más impresionante.
La carretera, que sigue en excelente estado llega a la entrada de Tilarán luego de 22 kilómetros de recorrido, Tilarán es la ciudad más importante de la zona, cuenta incluso con Catedral y un comercio muy desarrollado, pues es el centro de una vasta región, para continuar nuestra ruta no debemos ingresar a la ciudad, pues en la entrada (que tiene forma de «Y»), viramos a la izquierda, hacia una calle asfaltada en muy buen estado, pero con ondulaciones, descensos y curvas más pronunciadas, por lo que se debe circular con más cuidado que antes.
En el kilómetro 26 de nuestra ruta hay a un espectacular «balcón», desde el cual se abre totalmente en el horizonte el Lago Arenal, brindando al viajero una preciosa vista que le acompañará en buena parte del recorrido, pues a partir de aquí la calle va bordeando el lago, en algunas partes sube a lomas que amplían el horizonte, pero en casi todo el sector va a nivel del agua. Destacan particularmente las velas de los que practican el «windsurf», lanchas, y otros vehículos de deporte acuático, además a partir de este lugar también es posible apreciar a lo lejos el Volcán Arenal.
La calle, aunque asfaltada y en buen estado, ya empieza a presentar algunos huecos, lo que exige poner más atención al transitar, lo cual es difícil, pues el paisaje constantemente es objeto de distracción, las curvas cerradas son muchas, debido a la topografía ondulada, al llegar al beneficio de Coopetila (km 35) hay un derrumbe que eliminó totalmente el carril derecho. En la localidad de Río Piedras (km 39) llama la atención la gran cantidad de rótulos en inglés que tratan de orientar los turistas hacia infinidad de albergues, posadas, cabinas y hoteles que hay a orillas del lago; en este sector se pasa también por el poblado de El Aguacate (km 44), que marca el inicio de una sección del camino en el que los huecos son aún más grandes, y aunque la calle sigue asfaltada, cuando aparecen las «familias de huecos» el problema es serio.
En el pueblo de Nuevo Arenal (km 51) destaca la gran cantidad de casas y edificaciones de concreto, el motivo es claro, es un lugar que fue levantado durante la construcción del embalse, para sustituir uno de los poblados que quedaron bajo el agua. El arribo a este pueblo es por el sector del gimnasio, pero en vez de doblar a la derecha hacia el centro del lugar, seguimos derecho por una calle que nos lleva en un descenso hasta un cruce en «T», donde hay buena señalización indicando cuál es nuestra ruta.
Es en este sitio donde comienzan los problemas serios de la carretera, aunque se ve maquinaria trabajando la verdad es que la calle lastreada está muy deteriorada, con ondulaciones y agujeros que golpean al vehículo, hay sectores con asfalto que normalmente terminan en grandes huecos, por lo que cualquiera que se atreva manejar a más de 30 km/h arriesga llevarse ingratas sorpresas, la cosa se complica aún más junto a los puentes que atraviesan las múltiples quebradas que van hacia el lago, donde la calle se transforma en una aventura de «autocross», además es común observar sectores del carril derecho que se han perdido, o deslizamientos en las paredes que están al lado izquierdo de la vía; esta situación (con algunos tramos cortos en los que el asfalto está bien) se mantiene hasta que llegamos a la represa (km 79), desgraciadamente el anterior es un tramo que le quita el gusto a una ruta que es de las más hermosas con que cuenta nuestro país.
La represa es parada obligatoria para todos los que transitan por aquí, desde ella es posible apreciar el lago, los desaguaderos, el cañón del río Arenal, y la primera vista completa del Volcán Arenal, en noches despejadas es posible apreciar desde aquí la lava que sale del cráter, y con un poco de suerte, escuchar los retumbos.
Al salir de la represa el panorama es diferente, pues entramos a zona de potreros de ganado lechero, y se siente el cambio de clima con marcada influencia atlántica, también en algunos tramos se aprecia la vegetación propia de la Reserva Forestal del Arenal.
En el kilómetro 85 arribamos al sitio turístico de Tabacón, donde a orillas del río de aguas termales que lleva su mismo nombre está el famoso balneario Tabacón, una excelente oportunidad para recuperar las energías perdidas en el viaje y disfrutar de un buen ambiente. En realidad hay dos balnearios, el primero (Spa) ha sido acondicionado con gran cantidad de servicios y lujos, es algo así como «vida y estilo de los ricos y famosos», la entrada cuesta cerca de 10000 colones por persona, no se permite el ingreso de comidas o bebidas, en su interior hay muchas piscinas naturales y artificiales, así como varias cascadas. El otro balneario que está al frente, y por años ha sido conocido como «el Tabacón de los pobres», fue remodelado por la misma compañía dueña del Spa, es un ambiente más «nacional», con gran cantidad de ranchos para almorzar, piscinas naturales y otros servicios, aquí si permiten el ingreso de comidas, y la entrada cuesta 1000 colones, durante mucho tiempo no contó con servicios, pero actualmente es muy acogedor.
Después de Tabacón la calle asfaltada y en perfecto estado pasa por otros proyectos turísticos muy bonitos, en los que el principal atractivo es la vista franca y cercana del macizo volcánico, recomiendo personalmente el acceso al lugar que se llama «Jungla y Sendero Los Lagos», donde hay muchas opciones para el turista.
Finalmente llegamos a La Fortuna (km 97) punto final de nuestro recorrido, donde existen infinidad de hospedajes de todo tipo, restaurantes y comercios, pues es una ciudad que ha crecido mucho en torno a la actividad turística. A partir de aquí son varios los caminos que se pueden tomar, siendo los principales:
- La Tigra – San Ramón
- Monterrey – Guatuso
- Muelle – Los Chiles o Pital
- Santa Clara – Florencia – Ciudad Quesada
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