Coyolar – Parrita
Esta ruta comienza al salir de la carretera a Caldera en el cruce de Pozón (Coyolar) (km 0; 140 msnm), tras un giro completo la vía toma rumbo sur, por asfalto, para pasar por la entrada a lugares como La Vaquita, Guacalillo y Bajo Capulín, donde comienza el primer descenso fuerte de esta vía.
Precisamente en la parte alta del descenso (km 7) hay una pequeña calle de lastre escondida a la derecha, la cual pasa inadvertida para todos, -especialmente a los más jóvenes-; pero no dudo que quienes ya peinan canas la vuelvan a ver de reojo añorando tiempos idos, es la calle que iba hacia «La Barca», antiguo lanchón jalado por cables en el que los vehículos cruzaban el río Grande de Tárcoles, convirtiéndose en emocionante atractivo del periplo hacia Herradura o Jacó… en una época en la que esas playas eran paraíso para los que gustan de acampar en parajes solitarios. Hoy dicha entrada lleva a Hacienda Nambí la finca ganadera más grande del sector, por lo que está en buen estado, y permite llegar casi hasta la desembocadura misma del Tárcoles.
Al final del descenso está el puente del Tárcoles (km 11; 15 msnm), parada casi obligatoria, para apreciar en los lodosos playones del río gran cantidad de cocodrilos tomando el sol que llaman la atención de nacionales y extranjeros; es frecuente que haya policías, lo que convierte el puente en un lugar más seguro. Inmediatamente después, al lado izquierdo de la carretera esta el Parque Nacional Carara, uno de los pocos reductos de la transición entre bosque seco y húmedo del Pacífico Central. Carara tiene varios atractivos como:
- a la orilla de la carretera y con un poco de paciencia podrá observar parejas o quizás grupos de lapas rojas volando entre la copa de los árboles
- los que soliciten permiso y gusten de caminar podrán ascender por una quebrada hacia los cerros de la Reserva, en ella es frecuente encontrar culebras terciopelo tomando el sol en los playoncitos, también cuenta con pequeñas pozas muy acogedoras.
- grandes árboles centenarios de especies como: espavel, ceibo, guanacaste, gallinazo, nazareno, cristóbal, ajo y pochote entre otros.
- numerosos sitios arqueológicos, que datan desde los 300 años A.C.
- en cuanto a la fauna en esta reserva existen saínos, martillas, guatusas, pizotes, tolomucos, venados y zorros.
- Luego de Carara la carretera continúa atravesando potreros ganaderos, hasta llegar al cruce de Bijagual (km 17), poblado ubicado montaña arriba por un camino para doble tracción, que también sale hasta Surtubal, poco después de este cruce llegamos a Tárcoles, donde la ruta toca por primera vez el litoral, aunque esta playa no es muy atractiva para el bañista, si pueden verse en ella barquitos pesqueros y algunos yates, en Tárcoles hay muchos restaurantes, por lo que es un buen punto para detenerse a comer.
Después de Tárcoles están los cruces hacia Agujas, Quebrada Ganado y Punta Leona (km 23), este último sector de extraordinaria belleza escénica, pero vedado para los costarricenses, (a menos que sean socios), la última vez que traté de verificar si me dejaban ingresar tuve la siguiente sorpresa:
- como requisito inicial me solicitaron pasaporte (el cual obviamente no portaba), por lo que enseñé la cédula.
- al no tener pasaporte entonces me exigieron poner «a la vista» dólares, los cuales por supuesto tampoco llevaba.
Tras no cumplir ninguno de los anteriores «requisitos de ingreso» me pidieron que por favor me retirara, aún y cuando la ley indica que el acceso a las playas costarricenses no puede ser restringido.
A pocos metros de la entrada a Punta Leona (de cuyo nombre no quiero acordarme), empieza la cuesta del Chiquero (km 24; 38 msnm) , hoy acondicionada con tres carriles para facilitar su ascenso, pero que no hace muchos años era dolor de cabeza en el invierno, pues los constantes derrumbes llenaban de barro la vía; en lo alto (200 msnm) se aprecia excelente vista del Golfo de Nicoya, que en días despejados se ve desde la isla Cabo Blanco (en el extremo sur de la Península) hasta la parte interna del golfo, con sectores como Playa Azul y Tárcoles en primer plano; un atardecer en este punto del camino es espectáculo inolvidable. Aquí inicia el descenso que ha de terminar en la entrada a Playa Herradura (km 31), hoy totalmente transformada por el proyecto hotelero Los Sueños, que hizo lo que quiso con las montañas que encierran la bahía, transformando radicalmente el ambiente natural, a vista y paciencia de ediles y otros funcionarios.
Luego de Herradura seguimos nuestro recorrido hasta Jacó (km 35), sobre la carretera principal hay cuatro entradas que llevan todas a diferentes puntos de Jacó, hoy convertido en importante sitio turístico; cuenta con infraestructura de todo tipo y presupuesto, desde hoteles de lujo hasta condiciones para acampar, aunque esta vez no ingresé a Jacó no pude resistir la tentación de parar en el mirador (km 40), ubicado en los cerros por donde pasa la costanera, a mi gusto es el balcón más hermoso de la ruta, pues desde el se contempla -cuán larga es- la playa de Jacó en primer plano y la isla de Herradura al fondo, además de un amplio sector del Oceáno Pacífico donde el Golfo de Nicoya se abre hacia mar abierto.
Después del mirador la calle pasa por un sector con arrecifes a la derecha y montaña a la izquierda, la cual conserva aún las cicatrices de la dinamita que abrió este tramo (antiguo tapón que separaba Jacó del resto del Pacífico Central), condición que termina en un pequeño mirador (solo tiene aparcadero) que permite apreciar Playa Hermosa, punto de reunión de surfeadores debido a lo impetuoso de sus olas, consideradas las mejores del sector para esta actividad, por lo que no es extraño encontrar grupos de turistas cargando sus tablas.
En dicho mirador comienza un pequeño descenso hasta la entrada de Playa Hermosa (km 44), donde hay una calle de lastre paralela al litoral que es bonito recorrerla, pues lleva a varios puntos donde entrar a la playa, un hotel de reciente construcción, un área protegida por el MINAE para el desove de tortugas y finalmente la salida del estero, donde mucha gente gusta ir a pescar; para hacer este recorrido es recomendable la doble tracción, pues algunos tramos tienen bastante arena, en los que un carro sencillo podría tener problemas.
Siguiendo por la carretera asfaltada pasamos junto a potreros ganaderos, arrozales y algunas lomas reforestadas, para llegar luego al puente sobre el río Tulín (km 53), donde algunas calles permiten bajar a bañarse en amplios playones que posee el río; después del Tulín ya estamos en Esterillos, que tiene tres sectores bien definidos:
- Esterillos Oeste, famoso por sus salones y caletas, donde adultos y niños pueden bañarse tranquilamente.
- Esterillos Centro, que es más bien el sector de la antigua Hacienda Ganadera, pero también cuenta con muchas casas de veraneo y una pista de aterrizaje (no sé si está en uso).
- Esterillos Este, playa amplia rectilínea, muy visitada debido a numerosos albergues para turistas, hay en esta parte algunas entradas donde el carro llega a la playa para darse una bañadita, aunque con cuidado pues tiene fuertes corrientes.
Mientras la calle pasa por las diferentes entradas de Esterillos, destaca una gasolinera nueva (km 60), en este tramo hay que tener precaución, pues debido a las excelentes condiciones y lo plano de la vía es común encontrar vehículos transitando a altas velocidades.
Después de Esterillos el siguiente punto destacable es la entrada (de lastre) a playa Bejuco (km 67), otra hermosa y amplia playa que cuenta con soda, hotel, y muchas palmeras a la orilla de la playa, aquí están las instalaciones de recreo de la U.C.R. La calle se separa de la costa, pasa junto a una arrocera (km 70), luego de la cual el paisaje sufre fuerte cambio, pues aparece la primera plantación de palma aceitera (km 72), ubicada a ambos lados de la vía, entre los palmares están los cruces que llevan hacia Playa Bandera (a la derecha) y el camino viejo hacia Puriscal (km 75) que por mucho tiempo fue el principal acceso al Pacífico Central, este camino está lastreado, en no muy buenas condiciones, siendo la distancia de aquí hasta Puriscal 69 kilómetros.
La vía se convierte en prolongada recta asfaltada, que transita entre palmeras, arrozales y potreros hasta llegar a la zona urbana de Parrita (km 79), en el sector de La Julieta, aquí hay mercado, bancos, abastecedores, restaurantes y cabinas, Parrita destaca por ser centro de operación de muy diversas actividades agropecuarias como: ganadería, palma, arroz, melón, sandía entre otros, como dato curioso Parrita creció primero como zona bananera y luego tabacalera… hoy ninguno de esos dos cultivos existe aquí.
Finalmente llegamos al puente sobre el río Parrita (km 80), punto final de esta ruta, al cruzar este puente podremos podemos continuar por la costanera y accesar diferentes caminos que llevan a sectores como San Ignacio de Acosta, Quepos, Manuel Antonio, Tarrazú, Savegre y Dominical.
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