Montes de Oro (Cuatro Cruces – Arancibia)
Nota: Google Maps consigna el camino hasta Cedral, sin embargo el de lastre hacia Arancibia no tiene ningún problema, pero no aparece mapeado.
Da inicio esta ruta al salir de la Interamericana Norte en Cuatro Cruces (km 0; 59 msnm), en lo que normalmente se conoce como el «cruce de Miramar», en este lugar está la delegación de Tránsito, el ingreso al Ingenio El Palmar, una gasolinera bastante grande y un conocido restaurante.
Al virar a la derecha aparecen ante nuestra mirada «Los Quemados», nombre original de los actuales Montes de Oro, nombre que como indica don Tomas Guerra en su libro «Montes de Oro, la región visitada por el rayo» (1990) se debe a que «todos los años los cazadores prendían fuego en los chumicales, para facilitar la cacería en aquellos lugares», y no fue sino a partir de la visita del edil puntarenense Francisco de Paula Amador quien «parado ahí, frente al sitio donde está la plaza, dijo que aquello no debía llamarse Los Quemados, sino Miramar, pues desde la plaza se veía muy bien el mar y el puerto de Puntarenas».
Desde que dejamos la ruta 1 la calle comienza un ligero ascenso, que se mantiene mientras avanzamos, – en asfalto por Santa Rosa y San Isidro, ubicados a ambos lados de la calle; hay gran cantidad de árboles que brindan refrescante sombra, predominando malinches, higuerones y mangos; luego de 7 kilómetros de ascenso, el cementerio y el gimnasio del Liceo dan la bienvenida al centro de Miramar (km 7; 305 msnm).
Miramar es un centro urbano que tuvo su auge hace mucho debido a la actividad minera, mantuvo su crecimiento al pasar los años y hoy cuenta con un comercio desarrollado, banco, hospedajes, cruz roja, bomberos, plaza de fútbol, entre otros; llama la atención ver varios rótulos colocados por los pobladores que se oponen al reinicio de la actividad minera en la región, tomando como estandarte el verso del Canto a Miramar, muestra insigne de la creación literaria regional:
No dejéis, oromontanos, que se lleven las riquezas; defendamos con fiereza, lo que a todos pertenece»
La calle por la que venimos circulando es evidentemente la principal de la ciudad, no se debe dejar en ningún momento pues comunica al centro con el resto de los pueblos que componen la región, por vías que fueron abiertas inicialmente para la explotación de yacimientos auríferos. No más saliendo del centro la calle ingresa a la serranía por un ascenso fortísimo, hay pequeños barrancos tanto a la derecha como a la izquierda, la calle es bastante transitada, por lo que en cualquier curva aparecen vehículos que complican la circulación y pueden dar un buen susto, en un pequeño descenso hay un puente metálico de un solo carril (km 9) sobre el río Ciruelas, seguimos ascendiendo y poco después del puente mencionado se observa a la izquierda la primera vista franca del paisaje, se aprecian de modo exquisito el golfo de Nicoya, desde el sector de Puerto Caldera hasta la isla de San Lucas, con la lengüeta de Puntarenas en primer plano.
La calle sigue con fuertes ascensos y curvas pronunciadas, hasta llegar a un claro ubicado en Tajo Alto (km 13; 830 msnm) desde donde podemos observar nuevamente la vista del golfo pero ahora mucho más amplia, se distingue la península y las islas que están cerca del estuario del Tempisque, todo en un conjunto digno de detenerse a apreciarlo, sin embargo un poco más arriba (km 16; 1000 msnm) junto a grandes piedras ubicadas a un costado de la calle está el último y más alto balcón natural del sector, a partir del cual la calle literalmente entra a los montes del cantón, para llegar primero a Laguna (km 19; 1100 msnm), poblado muy pintoresco y con clima bastante fresco.
Es precisamente en Laguna donde se acaba el asfalto y el camino se convierte en lastre empedrado, en algunas partes bastante duro, y en otras (curvas y cuestas pronunciadas) la piedra es muy expuesta, por lo que vehículos bajos tendrán problemas para continuar, sin embargo puede decirse que la doble tracción no es necesaria; a partir de Laguna el paisaje es típico de zonas ganaderas, con grandes lomas y cerros cubiertos de potreros en los que el ganado se aprecia como pequeños puntos en laderas, además a orilla de la calle son frecuentes los grandes barrancos, que llaman a conducir con precaución.
En el km 22 del recorrido se llega a un alto en el que aparece a la izquierda de la vía el cruce que va hacia Bajo Caliente, en este lugar la vista se abre hacia la cuenca del río Aranjuez, y se ve por primera vez, – contrastante con el resto del paisaje – la punta del cerro El Silencio, que se derrumbó hace unos meses, además impresiona ver unos siete kilómetros hacia abajo, (muy cerca del poblado Bajo Caliente) la «punta del derrumbe», hay que estar aquí para comprender la magnitud del daño ocurrido, al avanzar nos acercamos al cerro mencionado, por lo que cada vez es más impresionante el boquete que se abrió en el cerro; otro aspecto que llama la atención es la cima de la fila totalmente cubierta de bosque, pues pertenece a las diferentes reservas que forman el Area de Conservación Arenal.
El siguiente pueblo es Ventanas (km 24), donde sobresale la escuela y cafetales que bordean la calle, en este sector los descensos y las cuestas son muy fuertes, lo empedrado del camino obliga a conducir despacio para no maltratar el vehículo, de pronto aparece una señal vertical que ordena «conducir despacio» (como si se pudiera transitar a más de 30 kph), debido a un deslizamiento que hizo perder el carril izquierdo de la vía con el consiguiente peligro (km 27).
Luego está Cedral el poblado más grande al norte del cantón oromontano (km 31; 1020 msnm) donde destacan: oficinas del MINAET, Estación del Area de Conservación Arenal, consultorio médico de la CCSS, oficinas del MAG, parque, escuela e Iglesia, sus habitantes están orgullosos del café producido y ser la huerta que da de comer a Miramar, sin embargo alegan la necesidad de construir la vía que les de salida hacia San Ramón de Alajuela, con la que según ellos tendrían muchas más oportunidades de desarrollo, especialmente en lo que a explotar su potencial ecoturístico se refiere.
Después de Cedral el camino se descompone un poco más, y empieza un fuerte descenso para llegar al puente sobre el río Aranjuez (km 35; 950 msnm), este río se determinó a principios de siglo como límite entre los cantones central de Puntarenas y Montes de Oro, dejando a Arancibia como perteneciente al cantón central.
Al ser la única vía de acceso por Montes de Oro, ello le generó deficiencias notorias en su desarrollo a Arancibia, pues quedó aislado del resto de su cantón. Arancibia era famoso por sus lagunas, sin embargo un derrumbe hace varios años tapó totalmente una de ellas, razón por la que perdió mucho de su atractivo, hoy se compone de varios poblados pequeños (más bien caseríos en los que vive gente dedicada a la agricultura) para llegar a los cuales es necesario trepar una fuerte pendiente ubicada después del río Aranjuez y la Quebrada Azufrada, se pasa primero por San Rafael (Arancibia Sur) y luego se llega a Arancibia Norte, punto final de esta ruta (km 36; 1310 msnm), a partir de donde lo que queda son calles de tierra que llevan a diferentes fincas colindantes con las reservas ubicadas en lo alto de los cerros.
Hoy todo el sector de Arancibia vive una «tensa calma» ocasionada porque las paredes del cerro El Silencio no se han estabilizado y siguen desprendiendo material, razón por la que el invierno se presenta como elemento de riesgo para sus pobladores, aún y cuando el «cauce» actual de los deslizamientos tiene otro rumbo (hacia Bajo Caliente).
Comentarios Facebook