La Pasada del Cerro
En San Isidro del Tejar (km 0; 1388 msnm) se acaba el llano del Valle Central Oriental, precisamente donde comienza el ascenso damos inicio a este recorrido, marcado por fuertes cambios de nivel y llena de historia, pues fue ruta colonizadora de la zona sur.
Hoy la calle está recarpeteada, es más segura y entretenida, sin embargo la alta afluencia de tránsito pesado y la posibilidad de conducir a velocidad moderada exigen mucha precaución, además de lo anterior las condiciones de neblina y lluvia son frecuentes, especialmente en las noches.
No más saliendo del Tejar está el primer ascenso pronunciado, en el que puede apreciarse a la izquierda una hermosa vista de Cartago y alrededores, al seguir subiendo aparece la zona de derrumbes de Quebrada Mollejones (km 3), donde el paso se interrumpió el invierno pasado, hoy el camino se reparó, pero el panorama en los cerros adjuntos es inestable.
El primer poblado en este recorrido es La Cangreja (km 7), donde hay varias fincas que cultivan ornamentales y helechos, aquí un desvío pequeño circunda el deslizamiento ocurrido hace varios años, el ascenso continúa hasta llegar al cruce de San Cristóbal Norte (km 10), donde un pequeño llano en el sector de Casamata (1900 msnm) permite apreciar por primera vez el panorama a ambos lados, la carretera se monta en la fila (parte superior de los cerros) situación que se ha de mantener en gran parte del recorrido; a partir de este punto la calle es el límite provincial entre Cartago y San José.
La subida es pronunciada y sinuosa, empiezan las calles laterales de lastre donde se indica al turista donde pescar truchas, observar aves y pernoctar en albergues de montaña; pronto aparece el cruce (km 15) que lleva hacia el sector de La Lucha y Frailes, donde sobresale la gran cantidad de áreas cultivadas de cabuya, influencia de la fábrica de sacos ubicada en Hda. La Lucha, cultivo que hoy ha venido a menos debido a que dicha industria utiliza materiales sintéticos como parte del proceso.
Luego del mencionado cruce hay otro ascenso fuerte, donde se abre el panorama a la izquierda, observando muy bien los volcanes Irazú y Turrialba, mientras que a la derecha se empiezan a ver los sectores de Tarrazú y Dota, ya para este momento la vegetación ha cambiado notoriamente, dando el aspecto de montaña fresca y acogedora; llegamos así a El Empalme (km 22; 2350 msnm) que para los madrugones es la primera parada del recorrido, pues en este lugar está uno de los restaurantes conocidos como «Los Chespiritos», donde se disfrutan comidas y fritangas al mejor estilo criollo. El Empalme es el punto de acceso a los cantones de Dota, Tarrazú y León Cortés, famosos por su café de alta calidad.
Poco después aparecen rótulos que indican el acceso a la Reserva Forestal de Río Macho, la calle es el límite superior de esta zona protegida, y aunque el panorama aquí no es de montaña virgen, todo lo que queda a la izquierda de la calle es parte de la reserva, razón por la que en la vía hay múltiples sectores interesantes para los que gustan de observar aves y otros animales silvestres, siendo el quetzal el símbolo por excelencia de los albergues de montaña circundantes, aunque también sobresalen jilgueros y colibríes, entre otros, destacan los robles, aguacatillos y otros árboles de alta montaña con sus ramas cubiertas de musgos, líquenes y epífitas; por su parte la fauna es bastante rica en esta zona, aunque difícil observarla desde la calle, siendo las principales especies manigordos, tigrillos, tejones y sahinos.
A medida que subimos, la calle pasa por Cañón (km 29; 2806 msnm), donde está el acceso a Copey de Dota, sector que posee varios albergues para pescar trucha y pernoctar; las entradas a Trinidad, Madreselva y Salsipuedes son las siguientes referencias, mientras que en el horizonte, a la derecha se aprecia el cerro Dragón, punto alto de la fila Caraigres; entramos en otro ascenso fuerte que se mantiene hasta llegar a Ojo de Agua (km 47; 2980 msnm) donde está el más famoso de «Los Chespiritos», aquí es común encontrar muchos vehículos de todo tamaño que se detienen a comer o simplemente a descansar.
En el sector de Ojo de Agua es bueno detenerse a conocer la famosa «casa refugio», construida en 1810, hoy restaurada y que durante la colonización de Pérez Zeledón sirvió de albergue a muchos viajeros azotados por las inclemencias del inhóspito «Cerro de la Muerte», tenemos aquí un descenso ligero que remata en otro fuerte ascenso donde nos encontramos el cruce (km 51; 3000 msnm) que lleva hacia San Gerardo de Dota, ya para este momento la calle va por el páramo, donde la vegetación se hace más pequeña, predomina la cañuela llamada chusquia que brinda a la cima de los cerros su aspecto particular, sobresalen también las líneas de conducción eléctrica y muchas antenas repetidoras, es precisamente por este sector (km 60; 3100 msnm) donde está la entrada a las antenas que se ubican en la cima del Cerro de la Muerte, si a Ud. le toca transitar por aquí en una mañana despejada y no lleva mucha prisa le recomiendo subir por esta calle lastrada y en muy buen estado, en pocos minutos estará en la cima donde tendrá un panorama impresionante, con línea de vista hacia ambos litorales, y la costa del pacífico central a sus pies.
El ascenso continúa hasta Villa Mills (km 65; 3100 msnm) el poblado ubicado a mayor altitud en todo el país, aquí y en el conocido restaurante La Georgina empieza un fuerte y peligroso descenso que no terminará sino hasta llegar a Pérez Zeledón.
El primer punto interesante de esta bajada es un mirador (km 69) donde en días despejados se aprecia a la izquierda el macizo del Parque Nacional Chirripó, con los cerros Cuericí y Ventisqueros en primer plano, y al frente se observa en el horizonte la zona de Buenos Aires; la carretera pasa aquí por el área protegida que abastece de agua a San Isidro, por lo que la vegetación es exuberante y en muchos tramos la calle sombreada y fresca, pasa por los pueblos Siberia (km 70; 2850 msnm) y División (km 78; 2370 msnm), donde encontramos un rótulo que indica estar circulando por el área de conservación La Amistad Pacífico.
Al llegar a Jardín (km 80) es conveniente detenerse en el mirador, el cual es un balcón natural que abarca la cordillera de Talamanca a la izquierda y el Valle del General en la base, ya desde aquí se aprecian múltiples cafetales que hay al norte de San Isidro; el descenso fuerte entre la vegetación continúa hasta llegar a la zona de derrumbes grandes (km 84) que es el dolor de cabeza todos los inviernos, época en la que al circular se ven caer piedras de la ladera, y todo el que pasa aguanta la respiración como pidiéndole al cerro que se esté «queditico».
También destaca en el descenso la zona de un deslizamiento ocurrido, el cual mantuvo la vía cerrada bastante tiempo (km 91), hoy se encuentra reparado y con asfalto, pero haciendo el mismo desvío obligado por lo grande del boquete; poco después de este hundimiento se sale de la zona protegida, aparecen cultivos y caseríos a orillas de la calle, siendo el más grande La Ese (km 95; 1320 msnm), donde aparecía imponente el «Peñón del Cristo», que era visible de todo el Valle antes de quemarse, a partir de este monumento la zona empieza a ser urbana, se pasa por los cruces que llevan a Pedregosito y San Rafael, para ingresar finalmente a San Isidro por el Colegio (km 105) y terminar así este recorrido considerado por muchos como uno de los más duros y peligrosos del país, razón por la que la prisa muchas veces impide disfrutar sus detalles y paisajes.
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