Turrialba – Moravia de Chirripó

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Turrialba – Moravia de Chirripó

Saliendo de Turrialba (km 0) por la carretera al Atlántico, la cual está asfaltada y en excelentes condiciones, se atraviesa la campiña y en ella las entradas a la UCR (km 2), el CATIE (km 4) y el P.H. Angostura (km 5), para luego iniciar el descenso hacia el puente sobre el río Reventazón; muy utilizado como punto de partida para viajes en balsa. Luego de un pequeño ascenso aparece el cruce hacia la Suiza (km 6), donde viramos a la derecha, inmediatamente después de este viraje está el poblado de Eslabón, así como el cruce que lleva a las localidades de Atirro y Tucurrique (km 9).

La ruta sigue asfaltada y paralela al río Tuis, hasta llegar a La Suiza (km 12), donde se acaba el asfalto e ingresamos a lastre en regular condición, en este tramo la calle va junto entre una loma con cobertura boscosa y el cauce del río, lo que por un momento nos hace olvidar del mal estado de la vía, situación que se mantiene hasta llegar al poblado Tuis (km 17), donde hay un cruce que tiene un puente «Bailey», el cual no debemos cruzar, por el contrario, viramos hacia la izquierda, separándonos del río.

A partir de este punto comienza un ascenso siempre lastreado pero en mejores condiciones, donde predominan los cafetales, al llegar a la parte alta de la loma (km 20) se aprecia el valle de Platanillo o Tayutic, sembrado en gran parte de caña de azúcar, y con un poblado bastante grande (km 21), como detalle curioso el nombre Tayutic significa «platanillo» en dialecto indígena, pero a los pobladores no les gusta utilizar ese vocablo.

En Platanillo cambiamos de cuenca, y los ríos a la izquierda del camino, que antes iban hacia el oeste ahora van hacia el este, dando al viajero una sensación extraña, como si el río se devolviera, luego de Platanillo efectuamos un breve ascenso hasta llegar a la parte alta de una fila de cerros, desde donde se aprecia un fuerte descenso compuesto por varias curvas cerradas y peligrosas, en cuyo fondo está el caserío de Jicotea, donde la vía se descompone, vehículos muy bajos no deben pasar de este lugar, otro detalle interesante es que a partir de aquí los rasgos de la gente tienen marcada influencia indígena.

Empezamos en Jicotea un fuerte ascenso por camino empedrado bastante malo (mejor en doble tracción), que pasa por varios cafetales, para llegar al Alto Calderón, sembrado de caña de azúcar (km 26), luego de estos cañales el panorama cambia y entramos a área de profundos barrancos, en cuyo fondo corre el río Jicotea, aquí hay varios derrumbes ya reparados, pero que en cualquier momento podrían repetirse, de hecho si uno se baja del carro y ve hacia el fondo se da cuenta que es un sector inestable, seguimos el descenso con muchas curvas y camino empedrado que permite ver varias montañas con cobertura boscosa total y otras parcialmente deforestadas, contraste que llama la atención para tratar de salvar lo que aún nos queda de montaña. En el km 30 el paisaje se abre permitiendo ver el río Pacuare, desde arriba se aprecia como un río vivo, de caudal considerable y aguas cristalinas.

Puento Río Pacuare

Al llegar al poblado de Bajo Pacuare (km 32; 590 msnm) se acaba el descenso, precisamente en un gran puente metálico de hamaca, que al cruzarlo hace un sonido particular que pone nervioso a cualquiera, desde este puente el paisaje es muy bello, con el río espectacular y el lado izquierdo de su cañón totalmente cubierto de vegetación, este puente marca el inicio de un interminable ascenso por camino empedrado en mal estado, que nos hará circular por cultivos intercalados de café, pejibaye y plátano, mientras que a medida que subimos el paisaje se amplía, y el guindo se hace más y más profundo.

Este trepón se mantiene hasta llegar a un plano en la parte superior (km 35; 1175 msnm) que está reforestado con árboles de pino, los cuales contrastan con el bosque circundante, desde algunos puntos se aprecia a la derecha la serranía que sube a la cordillera de Talamanca y a la izquierda los bosques que bajan hacia la reserva de Barbilla y la fila de Matina.

Al llegar a la Fortuna de Moravia (km 38) el panorama cambia, pues hay un proyecto de reforestación bastante grande y varios potreros ganaderos, el camino mejora un poco (vuelve a ser de lastre), hacemos un ligero descenso, para llegar a una pequeña meseta (km 39), donde se encuentra localizado el poblado Grano de Oro (km 40; 1116 msnm), el camino continúa siempre por este sector, muy bonito y fresco, y luego de pasar por varios ríos pequeños entramos a Moravia de Chirripó (km 43), ubicado siempre en la misma meseta, donde además del pueblo hay cerca algunos proyectos ecoturísticos que buscan aprovechar lo exuberante de las montañas cercanas.

Moravia es algo así como la frontera del hombre blanco, pues a partir de aquí salen senderos que llevan a diferentes sitios de la reserva indígena Barbilla hacia el sur, y del Parque Nacional Chirripó hacia el Norte.

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