Otra ruta hacia Turrialba
El recorrido hacia Turrialba se hace casi siempre por el sector de Paraíso – Juan Viñas, pero existe otra ruta que se encuentra en muy buen estado, y a la vez presenta muchos atractivos, esta vía sirve además como ruta alterna para vehículos livianos cuando el tránsito de furgones y autobuses se desvía por la antigua carretera al Atlántico, lo cual vuelve muy pesado el acceso a «La Campiña».
El punto de partida (km 0) de este recorrido es el cruce de la Lima (Taras), donde nos desviamos hacia la izquierda, por la calle que va hacia el Volcán Irazú, después de un pequeño ascenso donde hay varios colegios, llegamos al cruce de Llano Grande y el Puente «Bailey» (km 2), luego del cual tendremos a nuestra derecha una buena vista del Valle Central Oriental, que se mantiene hasta el cruce a San Rafael de Oreamuno; en este punto iniciamos otro ascenso llamado «la cuesta de la Chinchilla», donde vemos varios centros para acopio de hortalizas y algunos almacenes de insumos agrícolas, el ascenso continúa hasta un cruce en el que sobresale un monumento religioso, conocido como «El Cristo de Pacayas» (km 8), aquí nos salimos de la ruta al Irazú, desviándonos a la derecha, por una carretera que se encuentra en perfecto estado.
Esta calle es la vía que conduce a Pacayas, cabecera del cantón de Alvarado, a partir de este punto ingresamos en zona hortícola, destacando a orillas de la calle parcelas de repollo, zanahoria, maíz dulce, minivegetales y papa, cultivos todos que dan hermosos contrastes al paisaje,transitaremos por poblados como Cipreses y Oratorio, entre otros, luego de los cuales hay un sector en el que debemos ir despacio debido a curvas muy pronunciadas, desde aquí se observa muy bien el paisaje de zonas como Paraíso, Cervantes y Juan Viñas ya que la vía está a mayor altura que las zonas citadas.
En el kilímetro 21 llegamos a Pacayas, donde hay que entrar al centro y salir por el sector de la Plaza de Deportes, siguiendo las señales que indican la ruta hacia Capellades.
Al salir de Pacayas aparece un sector de quinientos metros que está en mal estado, debido a que por aquí pasó una cabeza de agua el invierno pasado dañando seriamente la vía, luego de un pequeño descenso estaremos en el cruce de una calle vecinal (km 22) que lleva a Cervantes, esta calle es una buena ruta de escape cuando por algún motivo la calle principal se bloquea en el sector Cervantes – Paraíso, lo que no es raro en temporada de invierno, es una ruta asfaltada y muy empinada, que pasa por el botadero de Cervantes.
Nuestro recorrido continúa hacia el este, por el único tramo que es común encontrar un poco más deteriorado, pero nada que impida el tránsito en vehículos bajos, condición que se mantiene hasta que llegamos a Capellades (km 26), donde las principales actividades son el cultivo de papa y zanahoria, poco después de Capellades se pasa por el poblado de Santa Teresa (km 28), punto que marca un cambio en el paisaje, pues luego de este pueblo la calle va a un lado de la montaña que forma parte del macizo del Volcán Turrialba, de hecho si el día es despejado, se podrá apreciar muy bien la cima del volcán, viendo los diferentes picos que encierran los tres cráteres que el Turrialba tiene en su cima, mientras tanto, a la derecha de la vía lo que tenemos son potreros para ganadería de leche.
En el kilímetro 34 llegamos a La Pastora, punto más alto del recorrido, en este lugar destaca el inicio de la calle recién construida que lleva a la cima del volcán, desde La Pastora también es posible apreciar – en días despejados – el Mar Caribe, además tenemos por primera vez la vista franca del sector de Turrialba, lo que nos hace comprender que a partir de aquí habrá un fuerte descenso ya que en sólo 19 kilómetros vamos a bajar de 1700 hasta 640 msnm.
Poco después de iniciar el descenso llegamos a Santa Cruz (km 39) lugar muy pintoresco que destaca por varias cosas:
- Aquí está el cruce que lleva al Monumento Nacional Guayabo.
- El lugar es famoso por sus fábricas de queso, de hecho el muy conocido «queso Turrialba» es fabricado casi en su totalidad en este lugar.
- Su gente; si tiene la oportunidad de parar en el sitio sentirá inmediatamente la amabilidad y el calor humano de los santacruceños.
Después de Santa Cruz el descenso se hace más pronunciado y peligroso, con curvas muy cerradas y un hermoso paisaje dominado por las diferentes haciendas cafetaleras que se aprecian a la derecha, siendo las principales Juan Viñas, La Angelina y Aquiares, esta última tiene en su interior el poblado del mismo nombre. El café es el que domina el resto del recorrido, hasta llegar a Santa Rosa (km 50) donde sobresale un beneficio, su iglesia y varios locales comerciales. Seguimos descendiendo hasta cruzar un puente grande, construido sobre el Río Turrialba, el cual marca el ingreso a la ciudad, cuyo centro (km 53) es el punto final de esta ruta.
Particularmente voy mucho a Turrialba, y a menos que tenga algún motivo especial sólo transito por esta ruta, es normal verla sin neblina, aún y cuando en el sector de La Victoria y Juan Viñas esté nublado o lloviendo, en condiciones normales se dura un poco menos; el único problema es que de noche tiene algunos puntos muy solitarios, en los que un varonazo se complicaría, por lo demás es una ruta agradable, recomendable aunque sea solo por conocer.
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