Heredia – Puerto Viejo de Sarapiquí
Nota: Después del terremoto de Cinchona en el 2009 la ruta cambio mucho, incluso algunos lugares ya no están o son diferentes.
Durante años esta ruta fue el único acceso por carretera a los sectores de Sarapiquí y Río Frío, en la actualidad, con el ramal que une la carretera Braulio Carrillo con Puerto Viejo (por el sector de Horquetas), es vista como ruta alterna cuando hay problemas en la ruta 32, aún así es muy utilizada por todos los que viajan a los sectores de Río Cuarto, San Miguel, La Virgen y el mismo Puerto Viejo, está en muy buen estado y totalmente asfaltada.
Salimos de Heredia (km 0) por el sector de la comandancia, (1150 msnm), hacia el norte por la calle que lleva a Barva, donde poco después de pasar el parque y la Iglesia (km 3); hay un cruce a la derecha que lleva hacia San José de la Montaña, zona muy pintoresca del norte de Heredia, precisamente en este cruce empieza el fuerte ascenso que se mantendrá en gran parte del recorrido. Subimos por una calle que presenta muchas casas en sus orillas, hasta llegar al poblado de Birrí (km 8), donde otro cruce a la derecha lleva por carretera asfaltada hasta Sacramento, a partir de donde se ingresa (mejor en doble tracción) al Volcán Barva, punto más alto del Parque Nacional Braulio Carrillo, aquí están bien señalados los senderos que van hacia la laguna del cráter y la laguna Danta.
Después de Birrí la carretera se vuelve más parada y sinuosa, atravesando entre cafetales y poblados como El Roble y Carrizal (km 15) donde se une la calle que viene desde Alajuela, saliendo por el sector del estadio, a partir de Carrizal la calle se vuelve un poco más angosta y empinada, las curvas son más cerradas, lo que vuelve la calle peligrosa, es frecuente encontrar condiciones de neblina, por lo que este sector no es recomendable para transitar de noche, sin embargo, cuando está despejado, la vista es excelente hacia Alajuela y las faldas del volcán Poás; en el kilómetro 20 hay una parte donde el paisaje se abre hacia el otro lado, permitiendo ver la cima del volcán Barva, Heredia y San José.
A medida que seguimos ganando altitud desaparecen los cafetales y en su lugar hay potreros para lecherías, en los que predomina el ganado Holstein (blanco y negro), en este continuo subir se llega al sector de Los Cartagos, donde sobresale el destacamento de la policía, la iglesia, un restaurante y gran cantidad de helechos y sombrilla de pobre que hay en los espaldones a orilla de la calle; por aquí está el punto más alto de la ruta (2060 msnm), a partir de donde el resto del recorrido será un vertiginoso descenso que nos llevará en sólo 38 kilómetros hasta una altitud de 250 msnm.
Al comenzar a bajar se aprecia desde la carretera una hermosa vista que incluye en primer plano los sectores de Vara Blanca y Poasito, donde destacan los cultivos de fresa, helecho hoja de cuero, lecherías y el bosque del Parque Nacional Volcán Poás; rápidamente llegamos al cruce de Vara Blanca (km 28), otrora famoso punto de descanso para los autobuses, por un conocido restaurante que se quemó hace algunos años, hoy tenemos en el sitio una gasolinera, otro restaurante y varios puestos de venta de productos regionales como fresas, natilla, queso y manzanas, entre otros. La calle que sigue derecho en este punto es la que lleva a los sectores de Poasito, Fraijanes y Volcán Poás, por una vía recarpeteada que va sobre la fila que divide el Valle Central de la Zona Norte, por lo que en días despejados el panorama es impresionante a ambos lados.
Nuestra ruta exige desviarnos hacia la derecha en el cruce (o mejor dicho hacia abajo), pasando inmediatamente por la conocida «vuelta del pedo», lugar en el que debido a la presencia de alguna vena volcánica hay un característico olor sulfuroso, que provoca a los compañeros de viaje mirarse de reojo como preguntando… ¿quién fue? Me llamó mucho la atención que esta vez no percibí el mencionado aroma.
Inmediatamente hay un pequeño llano donde se ubica propiamente el poblado de Vara Blanca, muy pintoresco y con bonitos paisajes, aquí es donde comienza el descenso más fuerte, la calle es angosta y con muchas curvas, por lo que la precaución debe ser constante, además se observan desde la calle los bosques del sector oriental del Parque Nacional Volcán Poás.
En el kilómetro 35 de este recorrido se llega a otra curva muy particular, quizás la más pronunciada de todas las carreteras nacionales, en ella, -además del cambio de nivel- la vía hace un giro de 180°, es una curva tan cerrada que los autobuses y camiones deben maniobrar (atrás-adelante) hasta quedar en posición de continuar, alguna gente dice que en este sitio el conductor al virar «se ve la nuca»; luego de este punto hay otro descenso fuerte que nos llevará hasta la catarata de «La Paz», quizás el punto más conocido de la ruta pues por su belleza escénica es parada obligatoria.
El siguiente pueblo es Cinchona (km 39) donde quiero hacer una recomendación particular, detenerse a comer en el lugar conocido como Soda y Abastecedor El Mirador, desde la carretera no parece un lugar apropiado para almorzar, pero luego de un pasillo interno hay a un balcón donde sirven comidas caseras de excelente calidad, y que destaca por varias cosas:
- La vista y el sonido cercano de la catarata San Fernando.
- El impresionante cañón del río Sarapiquí, flanqueado por los paredones cubiertos de bosque que son el límite occidental del Parque Nacional Braulio Carrillo y
- En las mesas en lugar de moscas lo que revolotean son colibríes, así como lo oye, es relajante ver tal cantidad y variedad de colibríes juntos, atraídos por los comederos colocados entre las orquídeas y bromelias del balcón.
En el mismo sector de Cinchona sobresalen las instalaciones de la fábrica de alimentos El Angel, desde la cual se aprecia a la derecha el cañón del Sarapiquí y a la izquierda el volcán Cacho Negro, luego aparece otro sector de curvas y descensos pronunciados, hasta llegar al km 44 donde hay una caseta de peaje voluntario, cuyos fondos se destinan al mantenimiento de cunetas espaldones y bacheos.
Sigue luego el poblado Cariblanco (km 46) donde entre otras cosas hay una gasolinera, entramos en vía recarpeteada que se mantiene así hasta el caserío de Ujarrás (km 48), seguimos descendiendo por entre lomas hasta llegar al km 52 donde el horizonte se abre totalmente, permitiendo apreciar las llanuras de los sectores de La Virgen, Pital y Río Cuarto; poco después aparece San Miguel de Sarapiquí, donde está el cruce que lleva hacia Venecia y Ciudad Quesada, en esta localidad hay muchos locales comerciales, supermercado, banco, gasolinera y sodas; como detalle curioso el poblado San Miguel de Sarapiquí no pertenece al cantón de Sarapiquí, ni siquiera a la provincia de Heredia, sino que es parte del cantón central de Alajuela; a partir de aquí el descenso continúa, pero no tan pronunciado, manteniéndose hasta llegar a la entrada del puente metálico sobre el río Sarapiquí (km 66), estructura que comunica con los sectores de San Isidro, Tirimbina y la antigua colonia penal Magsasay, lugares todos ubicados en los linderos del Parque Braulio Carrillo (sector norte), a partir de este cruce podemos decir ya con toda propiedad que llegamos a la llanura, donde el primer poblado de importancia es La Virgen de Sarapiquí, que en los últimos años ha crecido bastante, especialmente por el incremento de áreas cultivadas de piña en sus cercanías, a partir de La Virgen la calle va paralela al río, por lo que es frecuente observar posadas y hoteles que además del hospedaje ofrecen varios servicios turísticos como balsas, kayacs y senderos; en este sector también destaca el rótulo que indica el acceso hacia un sitio de peregrinación religioso conocido como «El Santuario de La Virgen».
La carretera ya plana pasa por diferentes poblados como Bajos de Chilamate (km 75) famoso por la invasión precarista del año noventa, Chilamate (km 79) y La Guaria (km 83), así como varios hoteles de tamaño mediano; antes de llegar a Puerto Viejo está el cruce de la carretera nueva (km 84), que nos lleva hacia el sector de Horquetas y Guápiles, aquí hay un puesto de control migratorio, donde Ud. deberá detenerse si lo solicitan, lo cual no es frecuente.
Finalmente llegamos a Puerto Viejo de Sarapiquí, lugar que ha crecido muchísimo, y pasó de ser un pueblo mediano a una ciudad pequeña, ello en buena medida se debe al asfaltado de la calle que comunica con Guápiles y a las cerca de 7000 hectáreas de banano sembradas los últimos años en la zona.
Destaca en Puerto Viejo el atracadero, ubicado 200 mts al este del Banco Nacional, donde siempre hay gran cantidad de lanchas muy bien equipadas y de diferentes tamaños, esperando que lleguen turistas tanto nacionales como extranjeros para efectuar diferentes recorridos por el río Sarapiquí, actualmente estas lanchas tienen tarifas accesibles, y por paseos de dos horas cobran ₡ 1.000 para nacionales y $ 5 para extranjeros esta tarifa es para grupos pequeños, si el grupo es grande la tarifa se negocia; también está la opción de tomar la «lancha – bus colectivo» (₡ 1.500 p/persona), dicha lancha sale todos los días a las 12:30 p.m., va parando en diferentes poblados a orillas del río, hasta llegar al Río San Juan, lugar donde hay un bar-restaurante y cabinas para pernoctar. La lancha sale de regreso para Puerto Viejo al día siguiente a las 4:30 a.m., este es un paseo que mucha gente aprovecha para llevar su «hielera» en la embarcación.
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