Personalizar preferencias de consentimiento

Personalizar preferencias de consentimiento

Utilizamos cookies para ayudarle a navegar de forma eficiente y realizar determinadas funciones. A continuación encontrará información detallada sobre todas las cookies en cada categoría de consentimiento.

Las cookies categorizadas como «Necesarias» se almacenan en su navegador ya que son esenciales para habilitar las funcionalidades básicas del sitio.... 

Always Active

Necessary cookies are required to enable the basic features of this site, such as providing secure log-in or adjusting your consent preferences. These cookies do not store any personally identifiable data.

No cookies to display.

Functional cookies help perform certain functionalities like sharing the content of the website on social media platforms, collecting feedback, and other third-party features.

No cookies to display.

Analytical cookies are used to understand how visitors interact with the website. These cookies help provide information on metrics such as the number of visitors, bounce rate, traffic source, etc.

No cookies to display.

Performance cookies are used to understand and analyse the key performance indexes of the website which helps in delivering a better user experience for the visitors.

No cookies to display.

Advertisement cookies are used to provide visitors with customised advertisements based on the pages you visited previously and to analyse the effectiveness of the ad campaigns.

No cookies to display.

Alicia para niños

Capítulo 8 – EL BEBE CERDITO

Alicia para niños

¿TE gustaría que te cuente la visita de Alicia a la Duquesa? Puedes creerme que fue una visita de lo más importante.

Naturalmente, Alicia empezó por llamar a la puerta: pero no apareció nadie, y tuvo que abrirla ella misma.

Ahora, si miras el dibujo, verás exactamente lo mismo que vio Alicia al entrar.

La puerta conducía directamente a la cocina. La Duquesa estaba sentada en el centro de la habitación, cuidando al Bebé. El Bebé berreaba. La sopa hervía. La Cocinera estaba removiendo la sopa. El Gato –era un Gato de Cheshire– sonreía, como lo hacen siempre los gatos de Cheshire. Todas estas cosas estaban ocurriendo en el momento en que Alicia entró.

La Duquesa tiene un sombrero y un vestido muy bonitos ¿verdad? Pero me parece que la cara ya no la tiene tan bonita.

El Bebé –bueno, seguro que has visto varios bebés más guapos que éste; y con mejor genio, también. Sin embargo, fíjate bien en él, ¡y veremos si le reconoces la próxima vez que te reúnas con él!

La Cocinera, bueno, a lo mejor has visto cocineras más simpáticas que ésta, quizá una o dos.

¡Pero estoy casi seguro de que nunca has visto un Gato mejor que éste! ¿A que no? ¿A que te gustaría tener un Gato igualito que éste, con esos preciosos ojos verdes y esa sonrisa tan dulce?

La Duquesa estuvo muy grosera con Alicia. No es nada extraño. Incluso llamaba «¡Cerdo!» a su propio Bebé. Y no era un Cerdo ¿verdad? La Duquesa ordenó a la Cocinera que le cortara la cabeza a Alicia, aunque naturalmente la Cocinera no le hizo caso; ¡y para terminar le tiró el Bebé a Alicia! Así que Alicia cogió el Bebé y se marchó con él, y a mí me parece que hizo muy bien.

De manera que Alicia echó a andar por el bosque, llevando consigo a aquel niño tan feo. Y buen trabajo que daba aguantarlo en brazos, porque no hacía más que moverse. Pero por fin descubrió cómo sujetarlo bien: había que agarrarlo muy fuerte del pie izquierdo y la oreja derecha.

Alicia para niños

¡Pero tú no sujetes nunca a un Bebé de esa manera! ¡Son muy pocos los que prefieren ser tratados así!

Bueno, el caso es que el Bebé seguía gruñendo y gruñendo, y Alicia tuvo que decirle, muy seriamente, «Mira, rico, si te vas a convertir en un cerdo, no quiero saber más de ti. ¡Así que ten cuidado!».

Por fin le miró la cara, y ¿qué crees que le había ocurrido? Mira el dibujo a ver si lo adivinas.

«Pero ese no es el Bebé que cuidaba Alicia, ¿no?»

¡Ah, ya sabía yo que no le ibas a reconocer, aunque te dije que te fijaras bien! Sí señor, es el Bebé. ¡Y ahora se ha convertido en un Cerdito!

Entonces Alicia lo puso en el suelo y le dejó trotar hacia el bosque y pensó: «Era un Bebé feísimo; pero como Cerdo resultaba bastante guapo, eso creo yo».

Comentarios Facebook